Con el título: Quien quiera divertirse que vaya al circo, se abre esta entrevista que el periodista italiano Bruno Volpe realizó al obispo italiano Monseñor Claudio Stagni (obispo de Faenza-Modigliana), sobre la Santa Misa y publicada en La Buhardilla de Jerónimo.
En ella el obispo realiza una serie de comparaciones que me parecen muy acertadas y que ayudan a tomar conciencia de la manera de vivir y hacer presente el misterio de la Eucaristía.
Por ejemplo, advierte de la situación surgida (y tantas veces comentada) tras el Concilio: "Comparo la situación post-conciliar a la del recreo en una escuela. Cuando suena la campanilla, los estudiantes se levantan, corren, están cómodos. Cada uno va donde quiere o le parece [...] Con la denominada creatividad. Muchos sacerdotes, afortunadamente no todos, pensaron que se había declarado el “rompan las reglas”, que las normas no deben ser respetadas y que todo está permitido, incluso las extravagancias, y sin embargo no es así."
Y añade también: "la Santa Misa no es un espectáculo. Quien quiera divertirse, que vaya al circo. El sacerdote es mediador, nunca dueño de la liturgia. Por lo tanto, no agrega ni quita nada, y mucho menos crea fórmulas que no existen. La liturgia debe ser respetada al pie de la letra. Cambiar, según el propio capricho, las reglas, las fórmulas y los cánones sería como alterar una partitura de Mozart de acuerdo al gusto propio: ¿comprende la extraña e inaceptable creación que saldría de eso?"
Tiene toda la razón; la verdad es que alguien pensará que hay sacerdotes que hacen buena "música" siguiendo con el símil; pero aunque hagan buena música, no sería Mozart...
Y continúa en la entrevista hablando de los aplausos (aquí no tiene inconveniente en indicar que es "una ofensa a la liturgia. El aplauso está bien en un estadio, en el partido de fútbol, pero no durante la Misa. Lamentablemente se trata de una mala costumbre que se ha inaugurado con el Papa Juan Pablo II que, en este punto, ha tolerado mucho"), de las canciones, de la misa tridentina y de la Liturgia (de la que da una definición: "Es el arte de celebrar en el tiempo y en el espacio dignamente, y subrayo el “dignamente”, los misterios divinos. En la Santa Misa, que es don y contemplación, revivimos la bondad de Cristo. Entonces, me parece justo, honesto y correcto celebrarla con la máxima devoción y seriedad").
domingo, 17 de agosto de 2008
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