
El Rosario, una de las devociones marianas más extendidas en el pueblo cristiano, nació según la tradición litúrgica y popular, de una revelación de la Virgen María a Santo Domingo de Guzmán. Santo que lo divulgó con sus predicaciones, dejando encomendada a sus religiosos la propagación del mismo.
Cuenta la tradición que, una noche en la que se encontraba Santo Domingo orando, se apareció la Virgen con el Rosario en Sus manos y le dijo: "Regocíjate Domingo, el remedio para los males que lamentas será la meditación sobre la vida, la muerte y la gloria de Mi Hijo, unida a la recitación del saludo angélico (El Ave María), a través de las cuales el misterio de la redención fue anunciado al mundo. Esta devoción, que debes inculcar en tus sermones, es muy valiosa para Mi Hijo y para Mí. Los fieles obtendrán a través de ella innumerables ventajas y siempre me encontrarán dispuesta a ayudarlos en sus necesidades. Este es el precioso regalo que te dejo a tí y a tus hijos espirituales."
Inspirado por la Virgen, Santo Domingo inauguró la nueva devoción. Desde el primer misterio –la Anunciación del Señor- hasta la coronación de la madre de Dios, el Rosario nos introduce en la historia de la redención. Meditar los distintos misterios es contemplar la Palabra de Dios.
Esta es la última semana del mes de María... ¿Has rezado algún rosario este mes?. Aunque sea algún misterio no dejes que pase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario