En la última semana (para no bajar el ritmo) son varias la no-noticias que se siguen produciendo en los medios. Quizás la más sonada es sobre que "Los fieles deberán arrodillarse para tomar la Comunión ante el Papa Benedicto XVI" (20minutos), "La comunión de rodillas" (el Mundo), "La hostia de rodillas y en la boca para aumentar el misterio" (Público) aunque todos ellos hacen referencia al origen de la noticia, la entrevista con Mons. Marini (maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias) sobre la continuidad en la liturgia (recomendamos su lectura encarecidamente) otros medios, con la careta de la des-información, van a lo que van: "El Vaticano bendice la involución" (Público). La verdad es que no hay nada nuevo, ni por supuesto nada involutivo como quieren hacer creer algunos. La realidad es sorprendente, al comprobar las películas que los "protestones" tienen montadas. Que pena es que sus medios y su voz permitan que sus especulaciones puedan ser escuchados por mucha gente. Para que al menos sepan la verdad, no nos olvidemos de leer la entrevista con Marini (si no hay tiempo, mejor dejad de leer las noticias, son mas de lo mismo de siempre).
Pero además de la cuestión de la continuidad litúrgica, también hemos visto en estos días otras noticias mucho más frívolas (como las tachó el mismo Obsservatore Romano) como: "El Papa no viste de Prada" o "El Papa no viste de Prada, viste de Cristo" (El País), pero que están engarzadas en las cansinas protestas sobre los lujos del Vaticano. Y es que todavía aún hay mucha gente que al pensar en la Iglesia Católica, piensa en el Vaticano, en los incríbles lujos y tesoros que se encierran en el pequeño estado (y en la pequeña cabecita del pensador) y en el "vender todo para dárselo a los pobres". Recomiendo en ese sentido el documental de National Geographic: Inside The Vatican (Dentro del Vaticano), en el que se ven muchas cosas que la gente debería conocer del "secreto, misterioso y prohibido" lugar. Más de lo mismo: el Papa, considerado por algunos como un Bill Gates religioso, no es rico materialmente, tal y como se ha demostrado en numerosos estudios. Demasiada responsabilidad tiene en su labor, esa sí es la verdadera riqueza que posee: los católicos y la labor que desempeña la Iglesia.
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